martes, 9 de diciembre de 2008

El cachetazo necesario para volver a la realidad

A veces los seres humanos podemos ser tan desagradecidos, que necesitamos que la realidad nos cachetee un poco y mostrarnos por qué no debemos serlo.
El anterior post que publiqué, como pueden ver más abajo, es un conglomerado de broncas y puteadas por no poder irme de vacaciones este verano. Pero una vez más me di cuenta que a veces me quejo demasiado. No agradezco lo suficiente lo poco o mucho que poseo.
Anoche estaba en la parada esperando el bondi. Como me suele suceder, cada vez que necesito tomar cierto colectivo, ese es el que precisamente no aparece.
No hubiera habido problema, de no ser por las incesantes ráfagas de vientos, acompañados de continuos rayos de luz en el cielo, que amenazaban con dar lugar a una tormenta típica de verano.
Habían pasado 30 minutos de las 00 y el bondi brillaba por su ausencia. Para colmo de males, en el bolsillo tenía sólo 4 mangos (había jugado al fútbol ese día y después me tomé un gatorade para recuperar sales y minerales) por lo que ni a palos llegaba a mi casa en un tacho.
Mientras caminaba en círculos alrededor de el tubo que sostiene el cartel del 118, vi que un tipo en un carrito, recolectaba los cartones que le habían dado en un bar que se encontraba a escasos metros de donde se suponía, yo debía tomar el colectivo que nunca apareció.
Los minutos transcurrían y nada con el colectivo. Para colmo, como por arte de magia, desaparecieron todos los taxis por lo que a calles estaban desiertas.
En eso, veo que el muchacho que juntaba los cartones, se aprestaba a emprender camino, rumbo a quién sabe dónde.
Jugado por jugado me decidí a hablarlo. Con mi muy poca habilidad para silbar, logré llamar su atención con un chiflido, que no hubiera detenido ni a un taxista con las orejas de Dumbo.
Yo-Maestro, disculpe. ¿A dónde va?
Maestro-A mi casa amigo, Se viene el agua...
Y-¿Para dónde queda su casa?
M-...........................................
Y- Pasa amigo que al parecer me quedé sin colectivo. Encima, como usted dijo, se viene el agua. Entonces quería saber si va en dirección, para donde voy yo, así me acerca. Tengo $4, es todo lo que le puedo dar.
M- Mire amigo, yo voy para Villa Muñecas.
Y- MMMM, ¿qué le parece si baja derecho por la santiago hasta la avenida América? Si me deja ahí, capaz que consigo un taxi y lo puedo pagar en mi casa, de todos modos, ya es bastante cerca de donde vivo.
M- Meta nomás. Suba.
En lo que arrancó el viaje, me ofreció cubrirme del agua (estaba lloviznando intensamente), con un plástico que tenía en el carro.
M- Digáme amigo. ¿Qué pasó que se quedó sin colectivo?
Y- Es que hoy fui a jugar a la pelota con unos amigos. Y agarré y fui en la bici. Después me mandé para lo de mi novia y empezó a llover, por lo que tuve que dejar ahí la bici y volver en colectivo a mi casa.
M- Ah claro. Es peligroso andar en medio de la lluvia. A mí se me sube el corazón a la boca porque con estas lluvias se me inunda todo. Hizo lo mejor.
Y- Y, si. Antes que lamentar, mejor prevenir.
M- Más vale amigo. ¿Hasta dónde va usted?
Y- Yo voy hasta la Mendoza al 4300, es a la altura del Parque Guillermina.
M-Ahhhhh, ¿y dónde vive su novia?
Y- En el pje García al 1200.
M- ¡Eso es cerca de la cancha de los Deca! ¡Cómo se va a buscar una novia que viva tan lejos!
Y- Maestro, el día que la conocí, cuando la encaré; no me preguntaba si vivía cerca de mi casa. De hecho jamás tuve una novia que viva cerca de mi casa, todas eran de bien lejos. Es mejor, así me controlan menos, ¿vio?
M- Claro , claro, está buena esa táctica maestro.
Y- No falla nunca. ¿Y usted?
M- Yo estoy juntado hace 4 años. Mi mujer, yo ya le digo así, tiene 22 años, yo 23. Tenemos tres hijos ya. La ultimita se llama Lourdes Milagros y tiene tres meses. Los otros son Roberto Daniel, que tiene 4 años y Jessica Romina, de 2. La verdad amigo, así sin rodeos, mi familia es la luz de mi vida. Gracias a ellos no bajo los brazos nunca.
Y- Me imagino lo que debe ser. ¿Usted no tiene trabajo fijo?
M- No amigo, ¿sabe cómo deseo tenerlo? Yo soy albañil y por ahí cuando algún amigo me hace la gamba, consigo meterme en alguna obra, pero cuando se termina, de vuelta estoy en la calle a hacer lo que hago. Por eso desearía tener un trabajo firme, para que todos los días de mi vida me pueda levantar sabiendo que le voy a llevar el pan a mis hijos y a mi señora todos los días. Además, ¿sabe qué? En el barrio donde yo vivo, la cosa es jodida. Los changos no quieren estudiar, no quieren laburar. Están todo el día meta aspirar esa porquería y luego se van afanar. A mí no me chorean, porque cada vez que los veo les tiro unas monedas, pero a veces desconocen los changos. Lo peor es que las criaturitas más chicas crecen con eso...
Y- Me imagino lo difícil que debe ser.
M- Por eso amigo yo estoy orgullo se ganarme los pocos pesos que gano. Porque lo hago honestamente y eso me hace sentir bien. Es más, ¿sabe qué? No entiendo a la gente que se deja comprar por $20. La otra vez fue el gobernador para entregar unas piezas, y le ofrecieron esa plata a cada uno de los que vayan y estén ahí para aparecer en la tele diciendo que el gobernador hace cosas. Yo así, no me dejo comprar. Yo lo único que quiero es trabajar y que mis hijos puedan estudiar para ser lo que yo no puede ser. Que me ofrezcan trabajo, antes que unos pesos o bolsones.
Para ese momento, mientras lo escuchaba hablar, me arrepentía de haber escrito lo que publiqué días atrás.
Y- Maestro. Usted no baje los brazos nunca. Siga así que algún día le va a tocar la buena.
M- Dios lo oiga amigo.
Y- Es así. El que busca y busca, al final siempre encuentra. Y por lo que usted me cuenta, en algún momento va a encontrar algo. Resta que se cruce con la persona indicada.
M- Ojalá amigo, porque esto de llevar a la casa un día $10, otro $20; no es vida. Ya estamos llegando amigo, ¿aquí le queda bien?
Y- Joya, jefe. Aquí tiene, no es mucho, pero espero que de algo le sirva. Le juro que no tengo una moneda más.
M- No hay problema amigo. Si no hubiera hecho tan poquita plata hoy, no le cobro nada. Con esto ya podemos comprar uno pancitos para el mate cocido para mañana.
Y- No se haga drama jefe. Yo le pedí que me traiga, usted me hizo el favor. Por cierto, no me dijo su nombre.
M- Roberto, Roberto Daniel, como mi primer hijo, ¿Y el suyo?
Y- Juan Pablo.
M- Bueno amigo lo dejo antes que se largue más fuerte. Quedesé con el plástico así no se moje sino llega a conseguir un remis.
Y- Gracias por la gauchada jefe. Que ande bien y que pase unas felices fiestas junto a los suyos. Y acuérdese que ya van a venir tiempos mejores.
M- Gracias a usted amigo. También le deseo lo mejor. Y para la próxima que no consiga colectivo, ya sabe.
Y- Ja ja, seguro. Hasta luego.
M- Hasta luego.
El remis de vuelta a mi casa no lo conseguí. De todos modos sólo tuve que caminar unas 9 cuadras, y gracias al improvisado piloto que me dio Roberto, evité mojarme más de lo que podría haberlo hecho. Pero lo que no evité durante el trayecto a mi casa, es darme cuenta que la realidad debe golpearme para darme cuenta de lo desagradecido que soy. Tengo un trabajo. Algo con lo que toda persona sueña tener. ¿Qué más se puede pedir?

18 comentarios:

Anónimo dijo...

me hizo acordar a algo que esuche una vez:"me quejaba de que no me podia comprar los zapatos ultimo modelo, hasta que vi una persona que no tenia pies..."
cuantas realidades como esas hay a nuestro alrededor pero no las vemos, enceguecidos en nuestros problemas, que muchas veces no lo son.
besos

Anónimo dijo...

con respecto al comentario, esta vez lo dejo pasar...:P

María Abraxas dijo...

Qué buen relato, ché. Es bueno que nos den cachetazos a veces; me pasa muy a menudo cuando me quejo por boludeses. Pero no te arrepientas por haber escrito el otro artículo!! No tiene nada de malo que quieras echarte panza arriba en la playa y descansar... agradecer lo que tenemos es importantísimo; ver a nuestro alrededor y valorar lo nuestro, también. Más de una vez se me llenaron los ojos de lágrimas al ver una realidad diferente y sentir lo injusto que es todo... pero al mismo tiempo creo que hay que tener fuerza para hacer algo por eso que nos inquieta y no dejarlo en palabras; vos lo hiciste con Roberto y eso está bueno. Nunca me convenció la frase "comé, ché, que hay gente que no tiene ni pan" o "esa mina se compra un pantalón de 100 mangos y hay gente que se caga de hambre"... la vida es injusta, sí...pero creo que el punto está, repito, en hacer algo, en aportar, en ser útiles, en poder darse al otro. Cosas que, lamentablemente, practicamos muy poco. Me fui por las ramas, perdón! Me encantó el relato, me conmovió muchísimo. Un beso grande.

Lucila dijo...

a veces las cosas mas esenciales de la vida se las aprende así...

un comentario muy al margen y que me olvidaba: pingo ura pingo ura
jajaja "poner como mínimo dos veces pingo y ura" besos

el Rafa dijo...

Esta historia me conmovió negro querido. También me recordó que TODAS las personas tienen algo que enseñarte. Abrazo.

Juan Pablo Sosa dijo...

C: a veces me enceguezco demasiado en mis problemas.
Luli: tenés razón, es importantísimo valorar lo que tenemos a nuestro alrededor, pero bue, a veces nos olvidamos y por eso mi autoreproche.
Lu: tal cual, a veces se aprenden así. ¡Bienvenida!
Rafa: es así bro, siempre aparece alguien que tiene algo para ensañarnos o mostrarnos.
PD: me dí cuenta de que por mi blog nunca pasó ni me felicitó naturline, me hace sentir menos la falta de este comentario: "Fantástico blog me gusta me ha aireado mi imaginación y pensamiento estancado, muchas gracias por su edición con tan buen gusto felicidades, reciba un abrazo"...:P
Graccias a todos/as por pasar. Besos y abrazos.

Mario Albarracín dijo...

La realidad muchas veces te golpea feo, sobre todo cuando miras para adelante y no ves soluciones en el horizonte.

Bruno Cirnigliaro dijo...

Sensible y conmovedor lo de esta historia Juan Pablo. Cuánto aprende uno al prestarle oídos a una conversación con gente que vive con la sencillez de la escasez. No tenés que avergonzarte de tus problemas; son tuyos al fin y al cabo...
Saludos, compadre

Juan Pablo Sosa dijo...

Mario: confieso que a veces me pega, y mucho. Y si, en varias ocasiones no pue encontrar soluciones en el horizonte. Gracias por pasar siempre y comentar.
Bruno: A lo largo de mi vida conocí a mucha gente que vive con la sencillez de la escasez, producto de diversos laburos que realicé antes de llegar hacer lo que me apasiona. Como la historia de Roberto, conozco varias en lugares donde parece que la solución a los problemas económicos, viene por otro lado.
Gracias por tus palabras y por dedicarle un tiempito a mis relatos.
Salud/os, a los dos troesmas!

Diego Nofal dijo...

Negro es verdá que nos hacemos mucho drama por cosas nimias, pero vos y yo que estamos en un mismo tren (que es para pocos pasajeros) sabemos muy bien lo que es pelearla sin bajr los brazos, por eso hace tanto que nos quedamos a cagarnos de calor, mientras otros se van de vacciones con nuestro esfuerzo. Te mereces una escapadita, no te sientas mal por desearla. Abrazo, che yo estoy en tucson el 23, 24 y 25 ó 29,30 y 31 arreglen el brindis

el Rafa dijo...

Claro turco los demás laburamos, hasta en verano, por que estamos artos de nuestras vidas de magnates sin ocupación…

Diego Nofal dijo...

Rafa advenedizo este es blog del negro, si queres que hable de tu sacrifico como laburante escribí algo en el tuyo jajajajaj

Sabrina Konz dijo...

Bueno, pasa todo el tiempo, ¿no?
Lo bueno de lo malo es que no es lo peor... sólo faltan más personas con esa sensibilidad para darse cuenta de que, en realidad, somos afortunados.
Gracias por la buena onda!
Besos.

Pasajera en trance dijo...

Qué personaje, el tipo. Y qué bueno que aún haya gente honesta que no se vende por veinte pesos...

"Que me ofrezcan trabajo, no bolsones". No todo está perdido, hay gente con ganas de laburar y salir adelante.

Gran relato.

Juan Pablo Sosa dijo...

Turco: si me hago drama por cagadas todo el tiempo, pero a veces me doy cuenta de que todos necesitamos descansar un poco. Al fin y al cabo, son los derechos de trabajador que nos consiguió el general, no?
Lina: por lo que me pasa y quienes me rodean, me considero muy afortunado. Felicitaciones de nuevo.
Pasajera: por más que digan lo contrario, hay gente con mucha pila y con todas las ganas de laburar. Hace falta que alguien lo oiga y le den pelota.
Gracias por pasarte.
A todos/as, besos y abrazos.

Anónimo dijo...

Peligroso tu vaticinio

Gracias por pasar

SALUDOS!

Unknown dijo...

PARA HACER HONOR A TU BLOG, CREO QUE LOS SERES HUMANOS SOMOS UNOS PINGUDOS QUE NOS QUEJAMOS DE TODO.
NINGUN TAMAÑO NOS VIENE BIEN A LA HORA DE QUEDARSE EN EL MOLDE Y AGRADECER LO QUE NOS DA LA VIDA.
PARA TODOS LOS URAS QUEJOSAS AHI LES VA ESTA FRASE QUE LEI POR AHI:
"NO TENGO TODO LO QUE QUIERO, PERO QUIERO TODO LO QUE TENGO".
SOY ELI DE VILLA MARIANO MORENO.
TA BUENO TU BLOG, ES MIO ES HUMILDE PERO ME LLENA DE ORGULLO. BESOS.
TE LO MANDO " PA QUE UPITIE URA"
JAJAJA
WWW.ELINAVERONICALOPEZ.BLOGSPOT.COM

Juan Pablo Sosa dijo...

Elina, el comentario más acertado!!!!!!!!!!!!!!!!! Bienvenida. Besos.