viernes, 29 de agosto de 2008

Odio las rutinas

O ellas a mí.
No sé muy bien por qué le tengo fobia a los compromisos.
Hace poco, empecé a ir un gimnasio, y tras dos semanas de arduo entrenamiento, en busca de recuperar la figura esbéltica que alguna vez supe tener, esta semana lo largué pal pingo. Pasa que siempre, pero siempre, surge algo interesante que me distráe de lo que me propongo hacer, siempre relacionado al ocio.
Y no me pasa sólo con este tipo de cosas. En el orden sentimental, a lo largo de toda mi vida le escapé a los noviazgos. Temor o fobia, pero jamás quise saber nada de compromisos sentimentales. Igual, desde hace un tiempo, me lograron "enlazar" y todo más que bien.
Y con el estudio igual, con el laburo lo mismo. El ejemplo más claro es que si me tengo que levantar a las 6 para ir a laburar, seguro, aunque 10 minutos, pero llego tarde.
En cambio si llego el domingo a la madrugada, después de un sábado de alta conga, y tengo que dormir sólo un par de horas para luego ir a un asado, seguro que soy el primero en llegar. Y como este, miles de ejemplos.
De todos modos, voy a intentar retomar mi rutina la próxima semana, y al mejor estilo Rocky Balboa, a punto de enfrentarse al ruso Iván Drago, me voy a preparar para enfrentar a esa rutina que tanto odio, o tanta fobia me da.
A no sorprenderse cuando en el verano, pele la remera y quede en cuero, porque nosé cuánto me va a durar la rutina...

4 comentarios:

cecili dijo...

te entiendo perfectamente porque yo tambien detesto la rutina y la monotonia, pero creo que la cuestion es buscar el por que de lo que haces (y tenes que hacer)y quizas las cosas se muestren de diferente manera. depende de vos si lo que haces regularmente se convierta en rutina o no. se que lo que elegiste te gusta, por eso deja que entre en juego la pasion, como motor para seguirla a pesar de todo...

Juan Pablo Sosa dijo...

Es que a veces no existe el por qué de lo que se hace, y todo se vuelve mecánico...

Sabrina Konz dijo...

Yo supe tener una figura esbéltica... después me olvidé.

(Pal pingo)

¡Qué bueno que estaba ese Drago, por dios!

Juan Pablo Sosa dijo...

Ja, Lina, te enganchaste con un post viejo más viejo que el pingo. La verdad, en lo único que puedo coincidir con vos, es en que Drago tenía un lomazo, daba miedo de solo verlo al rubietón. De todos modos el corte de pelo que tenía...