miércoles, 13 de agosto de 2008

Un cuento chino


Nos hicieron de ida y vuelta los chinos.


Recuerdo alguno de los titulares de los diferentes medios periodísticos de todo el mundo, que luego de la ceremonia de apertura oficial de los juegos, resaltaron la majestuosidad del acto que se llevó a cabo. Pero ninguno contaba con la astucia (y la crueldad) de los organizadores de los Juegos Olímpicos de Beijing 2008.
Entre todas las maniobras que se mandaron (la banda de fuegos artificiales que se vio por tv, fueron imágenes digitalizadas; de los 91000 espectadores que se dieron cita al estadio, la mayoría fueron extras), hubo una que causó indignación.

Lian Miaoke, de 9 años, fue la niña que prestó su rostro para interpretar Oda a la patria, en la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos. Y leyeron bien, prestó su cara, porque se dedicó hacer playback, mientras detrás de bastidores se encontraba Yaig Peiyi, de 7 años, que la personita que prestó los acordes vocales para interpretar la canción.

¿Qué fue lo que pasó? En pos de brindar hacia el mundo una imagen de perfección, los organizadores llegaron a la macabra conclusión, que la buenita de Peiyi, no era linda, tenía la cara regordeta, y encima previo a la ceremonia, se le cayó un diente, por lo que lo mejor era que Miaoke, sea la elegida para que los flashes de las cámaras, capturaran su "linda imagen".
Pero en una entrevista periodística, el director musical del espectáculo (no quiero ni pensar cuál será su futuro), reveló que la niña que "cautivó al mundo", hizo playback.

"Queríamos dar una imagen perfecta y pensamos en lo que sería mejor para la nación", reveló.
A modo de conclusión dejo a criterio de todos, si realmente la perfección, es la imagen de la derecha ...

1 comentario:

Sabrina Konz dijo...

Pero... ¡son las dos iguales!