jueves, 13 de noviembre de 2008

Por no usar lápiz y papel

Son 3, los segundos que separan al escritor de la ventana nueva entrada. Tres segundos que aprovecha para hacer una pitada. El cigarro, a fuego lento, se consume en su boca.
Siente deseos de escribir y mucho. Siente deseos de conmover, hacer reír, estremecer. Siente deseos de ser leído una vez más.
Una imperfección interrumpe su tarea: la conexión falla. "Es la poronga de Arnet", putea para demostrar que los escritores utilizan el lenguaje vulgar, y mucho.
No importa, el tiempo no se toma como perdido, sirve para acomodar las ideas que dan vuelta por su cabeza.
Calma la odiosa espera con un reggae: Ey Bobby Marley sing something good to me, this world go crazy, is an emergency, es la frase del tema que le provoca una pitada más profunda que la otra. Y otra más.
Está ansioso, quiere volcar en la computadora todo lo que tiene para decir. Maldice contra la promotora que le vendió el paquete de conexión con una "velocidad muy rápida de conexión". "La puta, si esto es velocidad, mi abuela es el correcaminos", se queja.
Se empieza a impacientar porque no se ocupó de buscar un lápiz y un papel para dejar grabado allí, sus primeras ideas y siente que ya no podrá escribir con exactitud, lo que tenía para decir. "¿Por qué ya nadie usa papel y lápiz?", se pregunta a modo de reflexión luego de dos pitadas seguidas.
La conexión se reestablece. "Al fin", exclama para sí. Es que es de madrugada y en casa todos duermen. No quiere despertar a nadie, porque ese es el único momento del día en el que puede usar la computadora con tranquilidad sin ser molestado. El único momento en el que puede sentarse a escribir en soledad.
La página se abre. Pero primero lo primero: un vaso de coca para calmar la sed. Agua no, para este momento. Bebida cola, sí.
"Veamos, ¿por dónde iba a empezar?", se pregunta. Pero los dedos no responden. La mente manda un sinfín de órdenes, de retazos de ideas y ninguna logra hilvanar una frase coherente.
"¡La puta madre!", vuelve a exclamar para sí. Siente que perdió la inspiración.
No hay caso, en algún lugar de su mente agobiada se perdió ese relato. Ese que prometía hacer estremecer, conmover, reír; al que lo leyera.
No hay nada que contar. Será mejor masticar y tragar bien la bronca. Porque cuando no se tiene algo para decir, es mejor no decir nada.
Apaga la computadora y se acuesta tratando de recordar a dónde se fueron esas ideas. "Yo soy el culpable, tendría que haber comenzado a escribir en algo", se reprocha. Ya es tarde.
El silencio es absoluto, la habitación totalmente oscura, ideal para dormir.
Cierra sus ojos luego de la oración obligada de cada noche. Pero antes maldice una vez más: "¡por no haber usado lápiz y papel!"

11 comentarios:

Bernardita Padilla dijo...

A veces ni el lápiz y papel sirven. Estoy acostumbrada a escribir todo antes de subirlo al blog pero más de una vez se me perdió la bendita hoja.
En fin, me encantó como describiste el momento, y si,Arnet siempre se desconecta cuando estamos más inspirados y no nos alcanzan los dedos para plasmas todo lo que queremos decir.
Besos.

María Abraxas dijo...

Qué buena descripción Juan Pablo... me sentí muy identificada. A veces no es necesario que pierda la conexión o que no me acuerde del lápiz y el papel porque tengo todo en la cabeza y a la hora de escribirlo, chau, se va; me desespero y me lleno de bronca. Pero después me convenzo de que por algo será, ya vendrán mañana o pasado o la otra semana las líneas robadas por mí misma. Un gusto leerte, besos!!

Mario Albarracín dijo...

De a poco vamos abandonando el lapiz y el papel, el libro por la fotocopia... el pensar en alguien por un mensaje de texto. La vida actual casi no se boceta, como si todo tuviera que ser SPEED, a mil, al toque... con lo lindo e intrigante que es parar los ojos a los 12 pasos del papel y patear el penal de las ideas.

Saludos!

Mario.

Anónimo dijo...

ademas de eso que vos decis, sucede que resulta dificil expresar con palabras eso que uno realmente quiere decir y como lo quiere contar, por eso el escribir (bien, claro) es todo un arte, que se crea para que todos podamos sentir las diferentes sensaciones que el escritor sintio al momento de plasmar sus palabras, su obra.
besos

staff´s Tukultura dijo...

como entran minitas a este blog! minias!!

Sabrina Konz dijo...

Pos mis momentos de más inspiración, desde siempre, fueron en clase. En clase de cualquier materia que no me interesara. Entonces, dibujar, escribir, desvariar.
Sí, sí, mal ahí por vos, hiciste mal. Volvé con el lápiz y el papel, o a lo sumo una servilleta de bar y una lapicera Bic o de las que venden en los colectivos a tres por un peso para el bolsillo de la dama y la dama del caballero.
Mi proceso creativo ahí se inicia, a cualquier hora, en cualquier momento. Debería ser así siempre. No te ates a la computadora.

Ah, otra cosa... de todas formas lograste hacer conmover, reír, estremecer... al menos generaste reacción con tu pequeña crónica de la creatividad perdida entre la conexión fallida, un cigarrillo, un vaso de coca... y la ventana de Blogger. Besos.

el Rafa dijo...

Cuando me veo venir que me estoy por colgar y que esa idea está a punto de desaparecer, culpa de arnet o de otras ideas practicas como pagar deudas o cuestiones divertidas como tomar porrones con amigos, suelo utilizar el recurso – no siempre eficaz- de recordar una frase o una palabra que luego disparen nuevamente aquel proceso creativo interrumpido talvez por un escote tentador que pasó por la calle.
Abrazos.

Sebastián Nadal dijo...

Muchas veces me imaginé algo, pero no escribí nada en el momento. Después, al sentarme frente al monitor... nada, una laguna. Y esas lagunas me costaron semanas y semanas sin subir nada al blog...
De todas formas, no me disgusta sentarme a escribir frente a una PC; no directamente en el blog, sino bocetos. La verdad, estoy perdiendo la habilidad para escribir a mano, y cada vez lo odio más. (Admito que no está bien, pero bueno...)
Buenísimo el relato, lograste lo que buscabas en un primer momento. Se vé que tocaste un tema que vivieron todos.

Bruno Cirnigliaro dijo...

Cuánta verdad Pablo! Por no usar lapiz y papel...
Me uno al comentario de Mario. Excelente!
Saludos

Juan Pablo Sosa dijo...

Gracias a todos por las palabras. Cito a las palabras de un gran artista: "De tanto correr por la vida sin freno, me olvidé que la vida se vive un momento (...) me olvidé de vivir los detalles pequeños...
Abrazo para todos/as

Anónimo dijo...

a mí me pasa seguido je je así que a veces mientras desvarío estiro un poco el brazo hasta alcanzar papel y lápiz. A veces ese estiramiento se hace un poquito largo, más de 3 segundos y ya las ideas desaparecieron... si no fueran desvaríos...